La Iglesia celebra el domingo 6 de marzo el Día de Hispanoamérica. Una jornada para recordar especialmente a los sacerdotes españoles que han salido de sus diócesis de origen para colaborar con la Iglesia católica en Latinoamérica. Estos sacerdotes se agrupan en la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA). El lema de este año define su carisma, «Una vida compartida».
Los sacerdotes de la OCSHA también hacen posible su tarea a través de la ONG «Misión América».
Mensaje del Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina
Como cada año, el presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, cardenal Marc Ouellet, firma una carta dirigida a Mons. Francisco Pérez González, presidente de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias, y a todos los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos españoles que trabajan como misioneros en tierras latinoamericanas.
En su escrito, destaca que el lema de este año, «una vida compartida», «sintetiza en una compacta expresión la necesidad de renovar la Iglesia de manera sinodal, es decir, predicando el Evangelio a todos, y simultáneamente, escuchando «el clamor de la tierra y de los pobres» (LS, n. 1)»
«Sabemos -afirma- que la salida misionera auténtica nunca es el aniquilamiento de lo diverso sino la comunión en la diferencia». Y puntualiza, «por eso mismo, evangelizar es encarnarse en las culturas, utilizar sus lenguajes, signos y mediaciones, para que Jesucristo, «el mismo ayer, hoy, y siempre» (Heb 13, 8), de nuevo abrace todo camino humano. «Esto implica incluir a las periferias» (FT, n. 215), reconociendo que tanto en la piedad popular como en muchas otras manifestaciones religiosas, artísticas y sapienciales existe una enorme riqueza que todos debemos apreciar y valorar.»
Mirar con agradecimiento al pasado
Mientras, «A hombros de gigantes» es el título que encabeza el texto del director del secretariado de esta Comisión, José María Calderón Castro, para el Día de Hispanoamérica.
«Estas palabras -explica- son tomadas de un discípulo de Bernardo de Chartres (1070-1130). De forma muy gráfica, Bernardo de Chartres justifica, según recoge este discípulo, la deuda de los hombres con los antepasados. Y es cierto. Todo lo que hoy sabemos es porque los que nos precedieron fueron legando a la ciencia, a la cultura, al arte, a la filosofía… Evidentemente, con ese trampolín, nosotros podemos llegar aún más lejos».
Por eso, estas palabras, resumen lo que este 2022 supone para las misiones. Este año, señala, José Mª Calderón, «vamos a recordar, con entusiasmo y agradecimiento, muchos pasos que se dieron en el pasado, y que han servido para que hoy la Iglesia continúe teniendo la tarea evangelizadora como tarea primordial».
Y es que el 2022 es un año especialmente cargado de efemérides en el campo de las misiones: 400 aniversario de la constitución de la Congregación Propaganda Fide, ahora Congregación para la Evangelización de los Pueblos; 400 años de la canonización de san Francisco de Javier, patrono de las misiones; 200 años del inicio de la Obra de la Propagación de la Fe, impulsora del Domund; 150 años del nacimiento del beato Paolo Manna, fundador de la Pontificia Unión Misional; 100 años de la elevación a la categoría de “Pontificias” de las Obras de Propagación de la Fe, Infancia Misionera y San Pedro Apóstol; o los 100” de la revista Illuminare. Además, el 22 de mayo está prevista la beatificación en Lyon (Francia) de Paulina Jaricot, fundadora de la primera de las Obras.
«Son nombres de personas -concluye el mensaje- con grandes intuiciones, con grandes ambiciones, con un gran amor a la misión… ¡con grandes hombros! Sobre ellos, sobre sus obras y trabajos se apoya hoy la animación misionera que se realiza en el mundo. No es impropio titular este año, tan lleno de centenarios, «A hombros de gigantes», porque lo que la Iglesia es capaz de vivir y crecer hoy, lo hace, sin duda, a costa, también, de lo que han significado estas personas en la historia de la misión».
En datos
Actualmente hay 177 sacerdotes que han salido de sus diócesis para unirse a la Obra para la Cooperación Sacerdotal Hispanoamericana (OCSHA) en 19 países de América Latina. Perú es el país con mayor número de sacerdotes españoles, 49. Este último año un sacerdote de Madrid ha iniciado su labor pastoral en San José (Costa Rica) y uno de Toledo, en Moyobamba (Perú).
La OCSHA es la institución que agrupa a los sacerdotes españoles que deciden dejar sus diócesis Por eso, esta jornada es una ocasión para recordarles; además de invitar a colaborar con su labor a través de la oración y la ayuda económica. Gracias a estas ayudas el año pasado se recaudaron 58.030,26 euros. De estos, 56.526,26 son aportaciones de las diócesis. Los 1.504,00 euros restantes, se han recaudado de otras donaciones.
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