sábado, 30 de septiembre de 2017

Domingo XXVI del Tiempo Ordinario

    La objeción que abre el texto profético abarca tanto a los que se han resignado al fatalismo como a los que temen la exigencia de la conversión. Objeción y respuesta constituyen una especie de pleito con Dios como en Jer 12. Lo peculiar de la justicia divina es el hecho de que para ella el hombre se define por su actitud presente. Es cierto que los actos del pasado condicionan e influyen fuertemente en la decisión presente. Es difícil cambiar, pero no es menos cierto que el hombre no hereda fatalmente su pasado. Aunque no puede aniquilarlo, puede liberarse de él, superarlo. El mensaje de Ezequiel es exigente, pero optimista ya que el deseo de Dios para el hombre es la vida, ni siquiera está echada la suerte del justo que se torna pecador, porque siempre le queda la posibilidad de volver a convertirse. 
    Esta llamada a la conversión es urgida por los emisarios divinos, como el propio Ezequiel y Juan Bautista, de quien Jesús dice que “vino por el camino de la justicia” (Mt 21,32), expresión que en la tradición bíblica alude a una conducta recta, acorde con la voluntad de Dios. Solo el hombre puede frustrar el plan divino, como en el caso de los líderes judíos a quienes se dirige Jesús, cuya vida había expresado en principio una negativa a obrar según esta voluntad (como el primer hijo), y ni aun el ver como la gente despreciada (recaudadores y prostitutas) llega a la fe, les hace reflexionar y arrepentirse (como el segundo hijo).

    Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Fiestas de San Francisco de Asís 2017- Almatriche Alto

Saluda del Párroco:
    Nuestras fiestas cristianas son siempre motivo de encuentro y alegría. Festejamos que Dios está con nosotros y que si somos fieles Él nunca abandonará a quien quiere porque es fiel.
    San Francisco de Asís, era un hombre fiel. Su pasión era amar a Dios a través de los hermanos, y reconocerlo en todas sus criaturas que habitan en la naturaleza. Esta grandeza suya inspiró a otros muchos a imitarle en su amor verdadero a Cristo hasta el presente. Algunos de nosotros somos invitados a estar en esta línea de amor. El modo de vida franciscano, que quiere imitar en todo a Cristo, acentúa la pobreza como liberación de todo lo material, de todo aquello que es un lastre para la felicidad. El mismo San Francisco abandonó toda clase de propiedad y lujo para que libre de esa carga poder amar más y mejor a quien nos ha dado todo.
    Y por eso estamos de fiesta, porque reconocemos esos valores suyos como buenos, y poder así imitarle en todo, como don y gracia de Dios. Así comprendo yo también mi ministerio sacerdotal, que en este pasado septiembre celebraba como 25 años de experiencia y gratitud a Dios.
    Sean bienvenidos con este mismo corazón, a celebrar la fe en Cristo por el día de San Francisco de
    Asís, en esta porción de la parroquia que Dios me ha dado.
Elías F. Zaít León



Ochenta años de la primera Eucaristía en Siete Puertas.

   
    El origen de Siete Puertas está enlazado con la familia Naranjo que en su ascenso nobiliario y tras la conquista de la isla de Gran Canaria recibió en suerte el barranco de las Galgas (piedra grande que ha rodado desde lo alto de la montaña), el cual recorre este lugar hasta el barranco del Guiniguada. El apellido Naranjo se extendió y dividió en tres ramas una en Teror, otra Santa Brígida y la otra en San Lorenzo. Estos últimos son los que ampliaron la nave de la Iglesia donde figura su escudo nobiliario y enterramiento, así como la familia donante de la imagen del Buen Suceso. Esta familia en un principio tendría su capilla en dicho lugar, allí debió existir un san Gregorio, del que no tenemos referencia más que fue entregado al Museo Diocesano. La actual imagen es del siglo XX. Es en este siglo cuando D. Antonio López, propietario último de aquellas tierras, donó a la Iglesia de san Lorenzo, un lagar, para que fuera ermita de san Gregorio, hace ya 80 años, y era el párroco don Abrahán Arencibia, quien un 10 de octubre, coincidiendo con la Bienaventurada Virgen del Rosario celebró allí la primera misa.
    Cumplimos este año los 80 y por ello la parroquia celebrará en el día 7 la eucaristía en memoria de aquella fecha.
    Septiembre fue un mes intenso en cuanto a vivencias personales que quise compartir con ustedes la comunidad. Mis 25 años como servidor en el ministerio sacerdotal que es de Cristo fue todo un regalo. Así lo quise renovar en mi tarjeta alusiva leyendo el pasaje del profeta Jeremías que dice: <<Me sedujiste Señor y me deje seducir>>, es toda una emocionante experiencia vital con Él. No sabría cómo expresar lo mucho que le debo. Entre otras cosas el poder contar con ustedes, en aquel pasado sábado 23 y martes 26 hicieron fiesta como Iglesia.
    San Antonio Mª Claret, copatrono de nuestra Diócesis y que pernoctó en este lugar en su tarea misionera, y de cuya imagen tenemos representación, lucirá este año el pectoral de obispo que le es propio, regalo de su camarera Cristina, elaborado en Salamanca artesanalmente con cuatro bellas amatistas engarzadas.
    Finalmente San Francisco de Asís nos llama a su fiesta patronal en Almatriche Alto, acudamos allá con fe y esperanza.

Elías F. Zaít León, párroco.


domingo, 24 de septiembre de 2017

Nuestro párroco celebra sus 25 años de Ordenación Sacerdotal

    Este sábado 23 de septiembre celebramos los 25 años de la Ordenación Sacerdotal de nuestro párroco Elías F. Zaít León. Una celebración a la que asistieron centenares de personas, entre familiares, amigos, parroquianos y demás invitados, que lo acompañon en este día especial y emotivo. La Eucaristía fue presidida por D. Santiago Rodríguez, párroco emérito de San Juan Bautista de Arucas, quien fue en aquel 26 de septiembre de 1992 quien los presentó ante Dios. La parte musical fue a cargo de nuestro coro Ars Sacro. También asistieron los Hermanos de la Resurrección del Cementerio San Lázaro. Tras la misma tuvo lugar un brindis comunitario en la casa parroquial. En este día agradecemos a Dios su entrega y servicio en las diversas parroquias de nuestra Diócesis de Canarias, especialmente en la nuestra, y pidamos al Señor que los siga sosteniendo y acompañando con su espíritu en la hermosa tarea de pastorear a su pueblo, según el corazón de Cristo, el buen pastor.


 



sábado, 16 de septiembre de 2017

La Virgen de los Dolores está de estreno

    Hoy hemos celebrado la eucaristía en honor a nuestra madre la Bienaventurada Virgen de los Dolores, cuya festividad litúrgica se celebró ayer 15 de septiembre.
La celebración fue presidida por el cura párroco D. Elías F. Zaít León, quien presentó las nuevas vestiduras de la Virgen  y recordó como había sido su proceso de restauración.
    La Virgen de los Dolores aparece por primera vez en la Parroquia en el año 1750, según consta en el Libro de Fábrica I, es de candelero, madera policromada y mide 102 cm de altura. Se restauró en el año 2011 por Dña. Amparo Caballero.
   Las nuevas vestiduras, traje y manto, fueron realizadas por Jonathan Buendía Cortés en Madrid. Estas serán puestas durante el mes de septiembre de cada año con motivo de su festividad.

 

Domingo XXIV del Tiempo Ordinario

    En el Evangelio escuchamos hoy varias cifras: siete, setenta veces siete, cien, diez mil. La pregunta que se encara es: ¿hay un límite para el perdón? Pedro pregunta a Jesús por la medida del perdón y le presenta una propuesta generosa, perdonar siete veces, número de la perfección. Pero Jesús va más allá del perdón «perfecto», apropiado o justo. El maestro lo invita a un perdón «infinito», ilimitado y desmedido: setenta veces siete. Este número es tomado de Génesis 4,24. Era una historia antigua sobre la venganza: si los asesinos de Caín serían vengados siete veces, los de Lámec, setenta veces siete. Ahora Jesús invierte el uso del número y lo que se cuantifica no es la venganza, sino la clemencia: el perdón gratuito es la nueva marca del cristiano.
    Jesús justifica su enseñanza con una parábola que recuerda que, por mucho que el hombre perdone a su semejante (en la parábola, los siervos), se tiene que sentir agradecido por el perdón siempre mayor de Dios (el rey). Con fi na psicología, Jesús desactiva la objeción de todo aquel a quien le cuesta perdonar: «No es justo, ese no se merece mi perdón». Jesús muestra que, si entramos en cálculos sobre justicia y méritos, Dios nos gana siempre, pues si el Rey nos ha perdonado una suma inmensa de pecados (diez mil talentos era una barbaridad; la suma que encontró Pompeyo cuando tomó el templo de Jerusalén fueron dos mil talentos: cf. 2 Mac 14,72); si Dios nos ha perdonado tanto, qué menos que nosotros perdonemos a nuestro semejante aquello que él no nos puede pagar.   
    Así también enseñaba el Sirácida en la primera lectura: «Perdona la ofensa a tu prójimo, y se te perdonarán los pecados cuando lo pidas. ¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor?». Dios es el garante del perdón, no nos quedemos cortos con nuestro hermano.

    Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


sábado, 9 de septiembre de 2017

XXIII Domingo del Tiempo Ordinario

     Las lecturas tienen como denominador común la palabra fraterna que amonesta y corrige. Ezequiel ha sido colocado por Dios como atalaya en la casa de Israel, para ser su centinela (Ez 3,17). Ha de vigilar para escuchar la palabra de Dios y comunicarla al pueblo, de modo que este pueda caminar desde su voluntad. Como profeta debe denunciar al malvado, y corregirlo en nombre de Dios. No puede callar, pues en su voz está en juego la obra de salvación de Dios y la vida del pecador. Tal es el deseo del salmista, que el pueblo no endurezca el corazón a la Palabra del que es roca firme y pastor que guía a su rebaño.
     El Evangelio de Mateo contiene parte del discurso sobre la comunidad (c. 18) señalando dos dimensiones fundamentales de toda comunidad cristiana: la corrección y la oración. En primer lugar, se propone un camino progresivo, del ámbito privado al púbico, para corregir y “ganarse” a un hermano que peca: primero a solas, luego con otros dos (Dt 19,15) y finalmente en la comunidad. Si se resiste a escuchar, se autoexcluye de la comunidad, que así lo ratificará con su autoridad conferida (atar y desatar). En segundo lugar, se afirma la eficacia de la oración comunitaria, en medio de la cual se hace presente el Señor. La oración es acogida por Dios Padre, por la mediación de Jesucristo. Este es el modelo de las asambleas litúrgicas cristianas reunidas en el nombre del Señor resucitado.
     El apóstol Pablo expone el núcleo de su exhortación moral de dónde debe nacer toda corrección fraterna. El cristiano, salvado gratuitamente por el amor de Dios en Cristo, ha de vivir desde esta misma dinámica del amor, que sintetiza toda la ley divina. Quien ama a su hermano (Lv 19,18; Mt 5,43) no le hará daño, y lo corregirá con verdadero corazón.

    Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


sábado, 2 de septiembre de 2017

XXII Domingo del Tiempo Ordinario

     La vocación que lleva a responder a la llamada de Dios para ser su mensajero, se canaliza en el profeta como una fuerza irresistible, seductora, persuasiva. En un duelo de voluntades, el poder y la efi cacia de la palabra divina que logra inexorablemente su objetivo, lleva a Jeremías a ceder su albedrío en una compulsión similar a la descrita por Pablo en 1Cor 9,16. Ahora bien, entrar en el criterio de Dios supone salir del de los hombres afrontando duras consecuencias: descrédito, irrisión, violencia, y hasta la muerte. Pedro, que aun no ha sido “seducido” por lo experiencia pascual, considera excesivo el precio a pagar, se aferra a la dinámica mundana y trata de arrastrar a Jesús hacia ella. 
     Pero, “ajustarse a este mundo” supondría frustrar el plan de Dios, lo que conllevaría la perdición del hombre. De ahí la dura reacción de Jesús, que dirige a Pedro palabras que evocan la última tentación (Mt 4,10), usando además el término “escándalo” que designa objetivamente la inducción al pecado. Pedro piensa sobre el sufrimiento de modo humano, conservativo, egoísta. El problema es que aferrarse a la vida presente es quedarse sin trascenderla, pues quien no se ha hecho partícipe del destino de Cristo en su pasión, no podrá ser asociado a su resurrección (Mt 16,27). Por ello, la única opción viable es la que toman Jeremías y sobre todo Jesús, hacer a Dios la ofrenda de sí mismos (Rom 12,1), dejándose arrastrar por su sed hacia Él (Sal 62,2) y por el fuego de su palabra (Jr 20,9).

     Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.