Celebramos el XVII domingo del Tiempo Ordinario, en el que las lecturas nos hablan de la sabiduría divina, necesaria para conducirnos bien por este mundo y saber elegir con buen discernimiento entre el bien y el mal, entre lo que nos conviene y lo que debemos desechar.
El hilo conductor del pensamiento en las lecturas bíblicas es la oposición entre lo transitorio y lo eterno. El libro de los Reyes nos presenta el inicio del reinado de Salomón, el rey sabio por antonomasia que, antes que bienes y gloria, pide a Dios sabiduría para gobernar con justicia. Ésta es la misma experiencia que refleja el salmista al decir que ama los mandatos del Señor porque le ayudan a vivir más que cualquier otro bien. El sueño de Salomón en Gabaón ilustra las parábolas del tesoro y de la perla que leemos en el evangelio: Jesús nos dice que la verdadera sabiduría es la del que sabe despojarse para adquirir el nuevo modo de ver la realidad que trae el Reino por él inaugurado. Ese tesoro del Reino está dentro de nosotros mismos, pues llevamos marcada la impronta de Dios y estamos destinados, como dice Pablo, a reproducir la imagen de su Hijo, despojándonos del hombre viejo.
Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.