En Jesús de Nazaret se dio una extraordinaria coherencia y consonancia entre palabras y obras. Si él nos dio ejemplo, debemos empezar cuestionando la autenticidad de nuestra fe y de su coherencia con nuestras obras. ¿Somos veraces, intentamos ser coherentes en nuestra vida de fe? ¿Se corresponden nuestras obras y palabras?
En las lecturas de este domingo resuenan serias advertencias contra los líderes religiosos del pueblo. Tanto el Profeta Malaquías como Jesús denuncian a los sacerdotes, los maestros de la ley y los fariseos con su conducta incoherente, pues, como el autor del salmo, tampoco ellos han de perseguir grandezas, sino vivir en humildad, tal y como hizo Pablo.
Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario