En la preparación de la venida del Señor, nuestros ojos se vuelven hoy hacia la Madre de todos los creyentes, María. Ella puede mostrarnos el camino mejor para acomodar nuestra vida ante el nacimiento de Cristo. En ella se ha hecho realidad lo que leemos en la carta a los Hebreos: aquí estoy para hacer tu voluntad. La profecía de Miqueas acerca de Belén (de ti saldrá el jefe de Israel) es una bellísima afirmación que encaja con María. De ella dice Isabel en el evangelio "dichosa tú, que has creído". Si atendemos a esta escena que nos narra Lucas, encontraremos también nosotros una hermosa manera de prepararnos para la Navidad: siendo testigos de Jesús, anunciándolo a los otros, llevando la alegría a los lugares que la necesitan. Como María. Pero no olvidemos que Jesús ha querido nacer de una mujer virgen, sin pecado. Cuanto más nos parezcamos a ella, mejor haremos presente a Jesús en nuestro mundo. Esperemos con María, disponiendo nuestro corazón. Esperemos como María, ofreciendo nuestra vida.
Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario