En la Palabra de Dios el profeta Samuel escuchó por tres veces la llamada de Dios, y al final respondió: «Habla, Señor, que tu siervo escucha». También nosotros diremos en el salmo: «Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad».
Dios sigue llamándonos cada día. Como hizo Jesús con Andrés y Juan, en el relato que escucharemos en el evangelio: «Venid y veréis». Que seamos capaces de acoger sus llamadas y descubrirle también en los hermanos y en los signos de los tiempos.
Abramos el corazón a la presencia de Dios en su Palabra, en la eucaristía y en los hermanos, especialmente en los que han llegado de otros lugares y forman parte de nuestra sociedad y, muchos de ellos, también de nuestra Iglesia.
Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio
No hay comentarios:
Publicar un comentario