sábado, 6 de mayo de 2017

IV Domingo de Pascua

      Hermanos: en este cuarto domingo de Pascua, domingo de «El Buen Pastor», se nos recuerda una vez más que Jesús conoce el nombre y la historia de cada uno de nosotros. Él es la puerta que estamos llamados a atravesar, la voz inconfundible que se nos invita a seguir. Esa imagen nos inspira y nos ayuda a vivir la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas que celebramos un año más de manera conjunta bajo el lema “Empujados por el Espíritu: aquí estoy, envíame”. El papa Francisco, en su mensaje de este año nos recuerda la dimensión misionera de la vocación cristiana. Quien responde a la llamada de Dios para seguir su camino, descubre bien pronto el deseo incontenible de llevar la Buena Noticia a los hombres sus hermanos. No estamos solos en esta tarea, Jesús camina a nuestro lado. Oremos por las vocaciones, sobre todo por las de especial consagración, al sacerdocio y a la vida religiosa y también por las vocaciones nativas de los países en misión. 
    «El Señor es mi Pastor, nada me falta» repetiremos en el salmo responsorial, esa es la actitud que hemos de tener: una actitud de confianza plena en Cristo. Las lecturas nos hablarán del camino que hemos de seguir, que no es otro que el mismo de Jesús, el Buen Pastor. Él es la puerta por donde debemos entrar, quien traza el camino que estamos llamados a recorrer.

   Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


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