Celebramos el cuarto domingo de Cuaresma, llamado también «Laetare» (Alégrate), por las primeras palabras del Introito de la Misa, “Laetare Jerusalem” (“Alégrate, oh, Jerusalén”. El pensamiento central de este domingo es este: Dios quiere salvarnos por amor. Envió a su Hijo al mundo no para condenar sino para salvar.
Por amor, Dios perdona al pueblo a pesar de su infidelidad y le permite regresar del exilio, como leemos en el pasaje del libro de las Crónicas. Y tanto amó Dios al mundo que entregó a la muerte a su Hijo para que creyendo en él tengamos vida eterna, dice el pasaje del evangelio. La misma idea recoge el texto de la carta a los Efesios: por amor, cuando estábamos muertos por el pecado, él nos devolvió la vida con la resurrección de Jesús.
Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
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