Estamos ya en el vigésimo quinto domingo dentro del Tiempo Ordinario, y la liturgia nos trae una parábola digna de profunda meditación sobre las tarifas que Dios tiene para premiar nuestro trabajo en su viña. Nuestros planes no son los suyos. La justicia y la bondad de Dios sobrepasan nuestros cálculos humanos.
Las lecturas de este domingo nos traen un mensaje bastante desconcertante porque es grande la distancia entre los proyectos de Dios y los nuestros, como dice Isaías. Y tal como sugiere el evangelio, en todo momento el Señor sobrepasa hasta el infinito nuestras mezquinas expectativas. Hoy nos llama a trabajar por su reino, a todos, sin importar la etapa de nuestra vida.
Les dejamos un enlace con las lecturas del día y un video del Evangelio.
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