Celebramos el trigésimo tercer domingo del periodo ordinario, y acercamos al fin del año eclesiástico, donde los textos litúrgicos llaman nuestra atención sobre la caducidad de las cosas creadas y sobre la manera coherente de comportarse ante este hecho de experiencia.
El profeta Malaquías nos recuerda que el juicio definitivo de Dios puede ser condenatorio o salvador. El salmista nos dice que Dios llega a nosotros trayendo en sus manos la salvación y la victoria. Y el evangelio nos invita a mantenernos fieles al mensaje en cualquier momento de nuestra existencia, por difícil y doloroso que pueda ser.
Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
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