La Iglesia nos convoca hoy, domingo de Pentecostés, día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, para celebrar el gran acontecimiento que ocurrió en Jerusalén cincuenta días después de la Pascua, la venida del Espíritu Santo a la comunidad cristiana, acontecimiento que actualizamos en cada comunidad parroquial, en cada movimiento de Acción Católica y de Apostolado Seglar cuando nos abrimos a la acción transformadora del Espíritu en la Iglesia y en la sociedad.
Este año está siendo un momento especial en la vida de la Iglesia, estamos haciendo una labor de reflexión y de participación en unidad, estamos realizando el proceso sinodal al que nos ha convocado el papa Francisco, en el que se nos invita a realizar un camino de crecimiento auténtico hacia la comunión y misión que Dios llama a la Iglesia a vivir en la actualidad. Se nos hace una invitación en este día para que «Sigamos construyendo juntos» la Iglesia que es pueblo de Dios en salida, la Iglesia que es evangelizadora y misionera y que a través de los cristianos laicos se hace presente en medio del mundo.
El acontecimiento de Pentecostés nos habla de «viento recio» y de «llamaradas» para expresar que el Espíritu de Dios llega y transforma a quienes lo acogen. Este Espíritu mueve a hablar y a dar testimonio de Jesús con palabras que todos entienden. La Iglesia, desde el primer momento, se caracteriza por su apertura al mundo, superando miedos y barreras. Esta Iglesia está enriquecida con los dones del Espíritu Santo, nos recordará san Pablo. Son dones diversos para funciones diversas en la misma comunidad. Las divisiones quedan superadas. La diversidad es sana y necesaria. Jesús resucitado entrega el Espíritu a los apóstoles y les indica su misión. El relato del Evangelio nos lo presenta alentando a sus discípulos, transformando su miedo en alegría y enviándolos con la misma autoridad con que el Padre lo envió a él a evangelizar el mundo entero. Su aliento y su envío se renueva hoy entre nosotros.
Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario