sábado, 21 de mayo de 2022

VI Domingo de Pascua

      Después de cinco semanas de Pascua, y cuando quedan dos para Pentecostés, con la oración de este domingo buscamos asegurarnos de que no decaiga el tono y el ritmo de la fiesta, porque pide a Dios que nos conceda «continuar celebrando con fervor estos días de alegría en honor de Cristo resucitado».
El Espíritu Santo inspiró a la Iglesia primitiva para que rompiera definitivamente con ciertas normas rituales de la antigua Ley de Moisés, haciendo posible a los paganos el libre acceso a la vida cristiana sin necesidad de convertirse antes en judíos por medio de la circuncisión. Un momento decisivo para este cambio fue el llamado “Concilio de Jerusalén”.
En consonancia con la primera lectura, el salmo 66 es también aperturista y misionero. La salvación de Dios llega «hasta los confines del orbe», de modo que «conozcan todos los pueblos tu salvación».
Por medio de símbolos y metáforas se da en la segunda lectura una descripción de la Iglesia, la nueva Jerusalén, que constituida sobre el cimiento de los doce apóstoles, es lugar de encuentro del nuevo pueblo de Dios.
Jesús continúa el discurso de despedida, consolando a los discípulos y prometiéndoles el don del Espíritu Santo. No nos deja solos, el Espíritu Santo nos acompaña también a nosotros.

       Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.



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