La sabiduría que es Cristo mismo viene a poner su morada entre nosotros. La segunda persona de la Trinidad, el Verbo Eterno, ha venido a caminar en medio de nosotros, ha querido formar parte de nuestro barro y hacerse el encontradizo con todos los hombres. Éste es el plan de Dios: conocer a su Hijo y que nosotros nos hagamos hijos en Él. No es de extrañar que Jesús nos enseñe, entonces, cómo ser hijos de Dios. Pero Cristo no se limita a ser un buen ejemplo, sino que también es gracia en nuestros corazones para que, por el Espíritu, podamos llamar a Dios “Padre”. He aquí el anhelo de toda la humanidad por los siglos: participar de la vida divina. La sabiduría ha venido al mundo para mostrarnos el camino del cielo. Jesús ha puesto verdaderamente su morada entre nosotros, es el Dios-con-nosotros. Junto a eso, se ofrece a estar con nosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Vivamos de tal manera nuestro ser “hijos de Dios” que en verdad demos muestra de haber acogido en nuestro corazón al Hijo.
Les dejamos un enlace con las lecturas del día y un video del Evangelio.
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