sábado, 26 de octubre de 2019

XXX Domingo del Tiempo Ordinario.

     La liturgia en este Trigésimo domingo del tiempo ordinario nos envuelve en ese ambiente de oración. Las lecturas del domingo pasado nos invitaban a orar con insistencia; hoy nos piden hacerlo con humildad para que nuestras plegarias sean escuchadas.
Los textos coinciden en que el Señor no hace oídos sordos a la oración de los humildes. En el pasaje del libro del Eclesiástico, Dios atiende los gritos del pobre, del oprimido, del huérfano o de la viuda. Igual leemos en el salmo. San Pablo da gloria a Dios que siempre le ha escuchado y de quien espera su corona. Y en el evangelio, Jesús prefiere la sencilla oración del publicano antes que la palabrería orgullosa del fariseo. Con humildad y sencillez dispongámonos a escuchar esta Palabra.

    Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


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