Cuando escuchemos las lecturas de este domingo, pensemos: ¿ha cambiado algo la situación de los discípulos de Jesús 20 siglos después de su resurrección? La pregunta no es casual. Jesús dice que Él hace nuevas todas las cosas. A veces nuestra percepción es que todo está igual que siempre; que nuevo, lo que se dice nuevo, no hay mucho. ¿Qué ha sido del mandato del amor a los otros? ¿Pueden los demás apreciar que somos discípulos de Jesús? Cuando el libro del Apocalipsis nos dice hoy que Jesús hace nuevas todas las cosas, debemos pensar si nosotros colaboramos en algo o si estamos más bien empeñados en que "todo siga como siempre". El hermoso mandato del Señor, amarnos los unos a los otros, no puede ser únicamente una indicación bonita pero sin concreción en nuestra vida. Éste es el camino de los discípulos: amarnos, amarnos unos a otros, amarnos como Él nos amó. Cada día tenemos muchas oportunidades para bajarnos de nuestro egoísmo y vivir en el amor. El camino de cada día nos ofrece múltiples posibilidades para que verdaderamente, veamos los cielos nuevos y la tierra nueva. Sólo el amor lo logrará.
Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario