sábado, 27 de abril de 2019

II Domingo de Pascua. Fiesta de la Divina Misericordia.

     Como los primeros discípulos, a los 8 días de la resurrección estamos reunidos nuevamente, se vuelve a aparecer el Señor Jesús y nos ofrece su presencia cercana y misteriosa. Hoy es domingo de misericordia, de perdón. Es también domingo de dudas y de fe. Es domingo de comunidad cristiana.
     El ciclo de los domingos tiene para nosotros un fin pedagógico. Una semana después de la resurrección, el Señor se volvió a aparecer a los discípulos. Es un día para recordar la victoria de Cristo sobre la muerte, pero día también para encontrarnos con la comunidad cristiana, para hacer presente al viviente y experimentar su amor por nosotros. El libro de los Hechos nos dice hoy que "cada día se aumentaba el número de los creyentes". ¿Cómo dejar de celebrar con los creyentes de todos los tiempos que el Señor se hace presente cada semana en esta fiesta dominical? En el fondo, la gran fiesta de la misericordia, expresada hoy evangélicamente en el perdón de los pecados, es la presencia de Jesús, su cercanía con el hombre. También por esto debemos celebrar el hecho de la resurrección, porque hace que el Señor pueda hacerse presente aquí y en cualquier lugar del mundo y de la historia. No nos asustemos si nos asaltan las dudas de Tomás: extendamos nuestra mano, que el Señor se nos aparece para que confiemos, para que aceptemos, para que amemos. Ésta es su misericordia: estar con nosotros, todos los días, hasta el fin del mundo.

    Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


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