La liturgia del domingo pasado nos refería la vocación del Profeta Jeremías. Las lecturas de esta celebración, V Domingo del Tiempo Ordinario, nos presentan otra vocación y sus respuestas generosas a la invitación de Dios. La Iglesia necesita que cada uno de nosotros cumpla el compromiso de su vocación cristiana y seamos testigos fieles de Dios ante los hombres.
El Evangelio de San Lucas nos refiere una pesca milagrosa. Pedro se confiesa pecador. En cambio el Señor llama a Pedro y a sus amigos para hacerlos pescadores de hombres. No importa lo que haya sido nuestra vida pasada, el Señor perdona.
Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
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