Hoy desciende el Espíritu de Dios hasta nosotros, es tiempo de esperanza, Jesús lo había prometido, es Pentecostés. Celebramos hoy el día en el que Jesús no nos abandona ante nuestra tarea evangelizadora, nos manda su ayuda para ser «discípulos misioneros de Cristo», su fuerza para estar en medio del mundo.
Hoy le pedimos al Espíritu Santo que nos renueve y nos enseñe a mirar de manera nueva la vida, el mundo, y que aprendamos a mirar como Jesús a todas las personas, especialmente a los que sufren, lloran, caen, a los que viven solos y olvidados.
Celebramos el día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar, es decir, el momento del laicado enviado al mundo desde la Iglesia para anunciar la alegría del Evangelio y hacerlo sentir en nuestras vidas. Es necesaria nuestra presencia, en palabras del papa Francisco, «no para creerse los cristianos perfectos y formados, sino para servir mejor (...), y para esto le pedimos al Espíritu Santo que nos ayude a dar el paso necesario».
Con Pentecostés nace la responsabilidad de extender la Iglesia por toda la tierra. Seamos capaces de ver el papel que Dios nos pide dentro de esta tarea.
Les dejamos el enlace con la Palabra de Dios y un video del Evangelio.
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