miércoles, 1 de marzo de 2017

Miércoles de Ceniza

   
      Con la celebración de hoy comenzamos a vivir el tiempo de Cuaresma, que nos conducirá hasta la conmemoración del misterio central de nuestra fe, la Muerte y Resurrección de Jesucristo.
      Al comenzar este tiempo, la Palabra de Dios, que se proclamará en la eucaristía de hoy, nos ofrece una invitación a la conversión, es decir, a intentar cada día que nuestra vida se parezca cada vez más a la vida de Dios. En el Evangelio de San Mateo, Jesús nos propone un modo práctico de llevar a cabo esa conversión, desde tres claves: nuestra relación con Dios en la oración, nuestra relación con nosotros mismos en el sacrificio personal y nuestra relación con los demás en el compartir. Es lo que Jesús llama en en esta página del Evangelio oración, ayuno y limosna.
      El signo de las cenizas impuestas en nuestras cabezas, que para los antiguos simbolizaba una señal de penitencia, nos recuerda a nosotros la debilidad, fragilidad y limitación de la condición humana, y su facilidad para caer en el pecado. Pero esta realidad no debe ser para nosotros motivo de abatimiento y desesperanza, sino todo lo contrario, motivo de confianza y de esperanza en la gracia y misericordia de Dios.
     "Volved a mí de todo corazón." (Joel 2, 12)
     " Oh Dios, crea en mí un corazón puro." (Salmo 51)
     " Mirad ahora el momento favorable; mirad ahora el día de salvación." (II Corintios 5, 2)
     " Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres." (Mt 6,1)

    Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.



No hay comentarios:

Publicar un comentario