domingo, 14 de febrero de 2016

I Domingo de Cuaresma


   Hoy celebramos el I Domingo de Cuaresma. 
   Las tres lecturas del comienzo de la Cuaresma recogen el esquema Grito – Respuesta: el hombre que invoca y Dios que responde. El Salmo 90 refleja esta confianza, esperando que el mismo Dios que arrancó a Israel de la dura esclavitud
del Faraón, librará de la miseria y del sufrimiento a la humanidad, pues “nadie que crea en él quedará defraudado” (2ª lectura). Esta confianza se nutre de la fe en un Dios que interviene en la historia a favor de su pueblo. Precisamente
la primera lectura recoge la profesión de fe que todo israelita hacía cuando presentaba las primicias de sus cosechas a Dios durante la fiesta de las Semanas (fiesta judía de Pentecostés): el pueblo le responde agradecido ofreciéndole los mejores dones que la tierra prometida puede dar. La segunda lectura nos hablará también de profesión de fe, pero ahora cristiana, cuyo contenido se centra en Jesucristo que es
salvación para todo aquel que crea en él: “todo aquel que invoque el nombre del Señor se salvará”.


   En el evangelio, Jesús aparece venciendo en las tentaciones al enemigo del plan de Dios. Esta victoria supone una aceptación incondicional de la voluntad de Dios y que es garantía de victoria para cuantos sigan a Cristo camino de Jerusalén. El Espíritu conduce al guía de la salvación a experimentar la ascética del desierto para probar allí su fidelidad. En las respuestas al Diablo, Jesús se muestra como el Hijo de Dios, dócil al plan de su Padre. La victoria sobre las tentaciones supone  una esperanza para la humanidad que cae en el pecado y que puede convertirse en esclava. La obediencia del Hijo a la voluntad del Padre muestra como el camino de la vida y la salvación pasa por someterse a Dios en todo.
Este es el enlace de las lecturas. También está el vídeo del Evangelio.


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