En este domingo de la Octava de Navidad, celebramos con inmenso gozo la fiesta de la Sagrada Familia, que se nos propone como modelo de confianza en Dios, de disponibilidad a su plan de salvación y de fidelidad para ponerlo en práctica. En el lenguaje común se interpreta “tesoro” como algo muy valioso que, precisamente por eso, se custodia con cuidado. Damos gracias al Señor por el tesoro que son los mayores en la Iglesia y en la sociedad. Pidamos por ellos para que, en expresión del papa Francisco, permanezcan como árboles vivos, que en la vejez no dejan de dar fruto.
Las lecturas primera y segunda nos presentan ejemplos de virtudes domésticas. El evangelio nos recuerda escenas de la infancia de Jesús, en torno a la familia de Nazaret.
Les dejamos un enlace con las lecturas de este día y un video del Evangelio.
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