El domingo pasado, con la parábola de los dos hijos, el que dice "sí" y no va, y el que dice "no" pero luego va a trabajar, Jesús desenmascaraba la hipocresía de los "oficialmente buenos" del pueblo judío. El domingo próximo hará algo parecido con la parábola de los invitados al banquete del Reino. Hoy, lo denuncia con la parábola de los viñadores ingratos.
En las lecturas de hoy, Isaías nos cuenta la relación de Dios con su pueblo como la historia de un amor no correspondido. Es la misma historia que encontramos en el salmo 79. El evangelio mantiene la imagen de la viña, en este caso como el Reino entregado al pueblo de Israel. Éste no da los frutos esperados y maltrata y asesina a los enviados de Dios, terminando con su propio Hijo. Pablo, testigo de la nueva alianza, anima a los filipenses a abrirse al amor del Dios de la paz viviendo como verdaderos discípulos de Cristo.
Les dejamos un enlace con las lecturas del día y un video del Evangelio.
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