sábado, 18 de enero de 2020

II Domingo del Tiempo Ordinario.

    Desde distintos ángulos, las tres lecturas bíblicas de este segundo domingo del Tiempo Ordinario se centran en el testimonio sobre Jesucristo. A la garantía de Dios a favor de su Siervo como luz de las naciones y portador de su salvación universal, y a la confesión de Pablo que se proclama apóstol de Jesucristo, se suma el espléndido testimonio de Juan el Bautista sobre Cristo Jesús como “cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.

    Leemos hoy el segundo de los cuatro "cánticos del Siervo", de Isaías. El futuro Siervo es llamado por Dios, ya desde el seno materno, para reunir al pueblo de Israel, desde su dispersión, y a la vez para ser luz de las naciones.El salmo 39 refleja la actitud de obediencia del Siervo a la voluntad de Dios que se ofrece a sí mismo por la salvación de todos. Y la carta de San Pablo a los habitantes de la ciudad de Corinto, que era y es una ciudad griega de gran vitalidad, puerto de mar, con gran comercio e importantes actividades ciudadanas. Era pagana y con muy mala fama en cuanto a su moral y costumbres. El pasaje de hoy nos dice quién es su autor, sus destinatarios y el saludo que les dirige.
El Bautismo de Jesús lo cuenta el evangelista Juan con un claro testimonio del Bautista sobre Jesús. Es el segundo testimonio de Juan, ahora ya en las cercanías del inicio de la vida apostólica de Jesús. El profeta del Jordán logró discernir la singularidad del hombre recién venido de Nazaret y advirtió que éste no era un hombre común y corriente, antes bien, estaba ungido por el Espíritu.

   Les dejamos un enlace con las lecturas y un video del Evangelio.


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