Domingo de Ramos: Pascua de muerte y vida.

    Con esta hermosa celebración litúrgica comienza la Semana Santa, en lo que llamamos el Domingo de Ramos de la Pasión del Señor. Ya el mismo nombre nos indica la paradoja: es un domingo de ramos para aclamar al Señor, para tender ante él las palmas y aclamar su paso mientras entra triunfante a Jerusalén; pero es también un domingo que hemos de ver en relación a su Pasión, pues toda su obra y su mensaje se van a concentrar en estos días en que será entregado a la muerte.

    Este año escuchamos la Pasión según San Marcos, donde destaca ante nuestros ojos la integridad de Jesús y el abandono de los suyos. ¿Nos suena de algo en nuestra vida? La entrega de Jesús no se hace de cualquier manera, sino voluntariamente, aceptando la situación y asumiéndola, sin ocultar el rostro, como nos dice Isaías. Pero también esta entrega es el colofón de otra serie de "entregas", como aquella bendita locura de abandonar el cielo y querer tomar parte en la historia humana, viviendo como nosotros. Parece que Jesús ha sido abandonado por todos, pero su Padre está con Él en el momento de la prueba. En ocho días tendremos el desenlace.

    Les dejamos en enlace con la Palabra de Dios.