jueves, 7 de diciembre de 2017

Solemnidad de la Inmaculada Concepción, patrona de España.

    La tensión de la espera del tiempo de Adviento se ve interrumpida por la celebración de la Solemnidad de la Inmaculada Concepción, patrona de España, de un gran arraigo en la fe del pueblo.
    Desde la primera hora de la creación, Dios soñó con un mundo y una humanidad maravillosos, en paz y perfecta armonía. Desde entonces, el sueño de Dios ha tenido que convivir con la acción de la serpiente. Pero Dios no desechó su sueño, no abandonó a su Pueblo, no ha dejado nunca de guiarlo y acompañarlo a lo lardo de la historia, hasta que en el momento culminante Dios quiso hacer realidad su sueño en Jesucristo, que vino a mostrarnos el rostro del Padre y a enseñarnos el camino que nos conduce a él.
    La realización del sueño de Dios fue posible en María, la muchacha humilde de Nazaret que supo esperar al Mesías con el pueblo de Israel, y a cogerlo luego en su seno y en su vida. Que confió en Dios acogiendo con generosidad su palabra y permaneciendo fiel hasta el final.
    María es, no solo, cooperadora necesaria en la realización del sueño de Dios, sino que ella misma es el primer y más perfecto fruto de ese sueño. Ella es para nosotros modelo de espera y esperanza, de acogida de generosidad y de fidelidad. En María, Dios quiere acercarse a la humanidad para acercar a la humanidad a él. María nos muestra y nos ofrece a Jesús, y al mismo tiempo, nos lleva a cada uno a presentarnos ante él.

    Les dejamos el enlace con las lecturas, un video del Evangelio y el Magníficat.




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