La segunda lectura desarrolla el tema de la hospitalidad, pero desde el punto de vista de Dios hacia el hombre. Por el Bautismo nos incorporamos misteriosamente a una realidad nueva, ya que Dios nos acoge por medio de la entrega amorosa de su Hijo. Dios, por puro amor, quiere asumir nuestra realidad y se hace uno como nosotros, parar poder transmitirnos su VIDA. Jesús, al morir en la cruz, da muerte en ella al pecado de todos los hombres, y al resucitar posibilita el vivir en comunión con Dios. Por tanto, con el Bautismo se inicia una historia de vinculación que nos llevará a la VIDA ETERNA.
El Evangelio hace hincapié en la relación que los apóstoles han de mantener con Jesús. El amor intenso hacia Él impulsará al discípulo a preocuparse incesantemente de aquellos que Jesús le ha confado, de amar de corazón a los que Jesús ama. Si en el centro de la vida de los apóstoles no está la persona de Jesús, difícilmente podrán anunciarlo de manera convincente y terminarán por descuidar su misión.
Les dejamos el enlace con las lecturas y un video del Evangelio.
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