En medio de las noticias y ruidos de guerras y enfrentamientos escuchamos un sonido distinto, suena una buena noticia: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado”. En él está puesta nuestra esperanza. Nos hace soñar y esperar lo que aparentemente es imposible. La humanidad, cada corazón que lo desee realmente, puede hacer las cosas de otra forma. No estamos condenados a enfrentarnos, a vivir hiriéndonos. La espiral de odio y rencor, la violencia, puede ser vencida de otra forma. Para eso viene Dios mismo; para eso se hace cercano y pequeño. Así nos educa Dios, haciéndose pequeño y frágil.
La campaña para este tiempo breve e intenso de Adviento – Navidad quiere ayudar a nuestras comunidades parroquiales a vivirlo desde la clave de la reconciliación y la paz que Cristo viene a traer al mundo.
En nuestro Plan Diocesano se orienta a que las celebraciones de la fe sean en verdadero encuentro con Cristo que dinamice y revitalice nuestra Iglesia de Canarias. Que las celebraciones de este tiempo, los encuentros de oración que se tengan, toda la vida de piedad que se ayude a fomentar estos días, consigan del cielo la deseada paz para nuestro mundo, para nuestras familias, para nuestras comunidades cristianas.
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