Comienza el mes dedicado a la Bienaventurada Virgen María en el marco de la Pascua de Cristo resucitado. Sin duda un motivo para la alegría continúa en la que el Señor Jesús nos sigue bendiciendo en la persona de su madre, nuestra madre. Estaremos puntuales en el barrio del Román para festejarla en la advocación de Fátima.
Valorar esta pasada Semana Santa sólo desde lo visual, todo muy cercano y ordenado sería injusto. Debemos añadir el sentido de recogimiento espiritual que se transformó en vida mientras lo celebrábamos. Se ha conseguido que durante la liturgia el pueblo entre en la Iglesia y participe y que no se quedara fuera esperando los pasos procesionales. Esta costumbre tan asimétrica con la fe se ha conseguido entendido y corregido, y éramos más los que orábamos juntos dentro del Templo que aquellos que venían sólo a ver. Hemos de felicitarnos también por todas las personas que estuvieron muy atentas a cada expresión de la fe a través del embellecimiento y acondicionamiento del interior del Templo hasta el día de la Pascua.
Felicidades a todos por querer y hacer religiosamente la experiencia de Cristo Resucitado.
Elías Francisco Zaít León, párroco.
Presentación Mayo 2019.
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