miércoles, 7 de febrero de 2018

Comenzamos la Cuaresma 2018: Conviértete para la misión.

   
    Estamos a punto de iniciar un tiempo de renovación de nuestra vida de discípulos, hermanos y misioneros. La cuaresma es el tiempo propicio para volver nuestro corazón al Señor y pedirle que lo purifique y lo haga cada vez más parecido al suyo.Es tiempo de pedir al Señor que renueve nuestras comunidades cristianas y nos haga más hermanos. Es tiempo de pedir al Espíritu que vuelva a soplar sobre nuestros proyectos apostólicos y nos convierta a la misión.
   Desde el secretariado diocesano de liturgia queremos invitar a aprovechar este tiempo fuerte para reflexionar y dar gracias por los dones y carismas que Dios reparte en nuestra Iglesia Diocesana para la obra evangelizadora. Por eso, proponemos para el tiempo de cuaresma detenernos en las vocaciones-misiones que han recibido del Señor y de la Iglesia un encargo y consagración particular, siempre para el bien de todos. Para el tiempo de Pascua proponemos que en cada parroquia podamos concretar las diferentes vocaciones-misiones que el Espíritu suscita y se están llevando a cabo. Se trata de conocernos para amarnos; y amarnos para servir mejor a nuestra Iglesia y al mundo, tal y como Jesús quiere.
    Este sería el plan de cuaresma-pascua que ofrecemos. Junto a esta propuesta van otros recursos que diferentes personas e instituciones de nuestra Diócesis han aportado para ayudarnos a vivir mejor este tiempo fuerte: el propio testimonio vocacional sobre la misión que llevan a cabo; vía crucis; hora santa; adoración para cuaresma y pascua; celebración penitencial; formación litúrgica para semana
santa… Gracias por esta colaboración concreta para ayudar a nuestras comunidades a celebrar nuestra fe.

Explicación del Cartel

    En este cartel queríamos trasladar muchas cosas, e incluso tener posibilidades de trabajar el cartel en las misas con familias.

    La Cuaresma es tiempo de conversión, personal y comunitaria. Esta conversión tiene una meta, la Pascua, que es el tiempo del Espíritu y de la misión.

   Para esta misión Cristo nos llama personalmente a colaborar con Él en el anuncio del Reino. En Cuaresma podemos reflexionar y orar a partir de las vocaciones-misiones consagradas de una manera particular. El orden nos lo ha sugerido la liturgia de la Palabra de cada domingo:

- 1º domingo de cuaresma: vocación monástica – Jesús en el desierto orando.

La llamada a orar es para todos, pero hay hermanos y hermanas que han sido llamados a quedarse en el desierto con Jesús y orar en nuestro nombre y por nosotros.

- 2º domingo de cuaresma: vocación consagrada – Jesús transfigurado en el monte.

La riqueza de la vida consagrada que se manifiesta en una enorme variedad de formas y familias es una llamada para todos los cristianos de radicalidad evangélica, llamados a transfigurarnos en Cristo y transfigurar nuestro mundo según el diseño de Dios.

- 3º domingo de cuaresma: vocación sacerdotal – “Predicamos a Cristo crucificado” (2ª lectura); “Él hablaba del Templo de su Cuerpo” (Evangelio).

El sacerdote está llamado a anunciar “a tiempo y a destiempo” a Cristo crucificado; así Cristo va construyendo su Cuerpo, su Templo, en el que todas las personas tienen cabida.

- 4º domingo de cuaresma: vocación matrimonial y familiar – “El me ha encargado que le edifique una Casa en Jerusalén, en Judá. Quien de entre vosotros pertenezca a su pueblo, ¡sea su Dios con él y suba!” (1ª lectura).

La Iglesia doméstica se construye sobre la base sólida del amor. El matrimonio y la familia están llamados a edificar una Casa para el Señor.

- 5º domingo de cuaresma: vocación misionera – “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto” (Evangelio).

Los misioneros nos recuerdan con su testimonio que solo el que pierde la vida por amor a Cristo y a los demás, la encuentra. 

    Todo el tiempo de Pascua está destinado de manera especial a conocer la variedad de formas de misión que especialmente está destinada a los laicos. Podría darse a conocer la riqueza de los distintos carismas y asociaciones de laicos presentes en la parroquia o arciprestazgo; o también que la comunidad cristiana escuche el testimonio de distintos agentes de pastoral en los diversos ministerios y ambientes.

   Hemos querido reflejar en el cartel las diferentes vocaciones con los elementos más característicos , importantes o diferenciadores. Se ha hecho en un lenguaje icónico. Se alude a las vocaciones en nuestra propia Iglesia de Canarias.

  Sobretodo hemos destacado el lema, como llamada fundamentad del cartel, llamada que nos invita a la conversión cuaresmal para la misión. Al mismo tiempo, no podemos olvidar que la misión también nos convierte. Descentrarnos de nosotros mismos y “misionar” con Cristo nos orienta de nuevo hacia lo más importante.

Aday González Cruz.
Delegado del Secretariado de Liturgia.

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